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FINALIZA EN SAN JOSÉ EL JUBILEO QUE HA DEFINIDO UN QUINARIO HISTÓRICO

Con la celebración eucarística presidida en la tarde de ayer por el arzobispo de Granada, don Francisco Javier Martínez, quedó puesto el broche de oro a cinco intensas jornadas en que, por primera vez en la historia, la parroquia albaicinera de San José abría sus puertas como Templo Jubilar, con motivo del Año Santo y Jubileo Extraordinario de la Misericordia, acontecimiento singular que ha brindado momentos únicos para la memoria cofrade granadina.
El primero de ellos tuvo lugar dentro de los cultos preambulares, con la celebración dentro del templo, a causa de la lluvia, del Santo Vía Crucis Penitencial de la Misericordia, en la noche del viernes 26 de febrero. Tal acto estuvo presidido por la talla original, realizada por José de Mora a finales del siglo XVII, de nuestro amantísimo Titular el Santísimo Cristo de la Misericordia, la cual fue dispuesta al día siguiente en el altar de cultos preparado en el altar mayor de la parroquial a efectos de la realización del Solemne Quinario. Así pues y desde su privilegiada ubicación, el lunes 28 recibiría la visita de la Cofradía del Santo Vía Crucis, en cortejo presidido por dos de sus titulares, el Señor de la Amargura y la Virgen de las Lágrimas, brindando un preciado momento de confraternización entrambas corporaciones que se desarrolló en torno al rezo de unas preces cuaresmales.
Ya el día 1 de marzo, desde primera hora de la mañana, la Parroquia de San José se estrenaba como Templo Jubilar, inaugurando el excepcional horario de apertura para los días del Quinario, en que el templo ha estado abierto durante toda la jornada, para posibilitar que quienes así lo deseasen, pudiesen acudir en peregrinación hasta este templo, orar ante el Santísimo Sacramento del Altar y recibir el Sacramento de la Penitencia.
Ya por la tarde de esa misma jornada, el Vicario Territorial Primero, don Antonio Valverde Casado, procedía a la solemne inauguración del Jubileo en San José, con la bendición y encendido del Cirio Jubilar, acto sucedido por una amplia homilía con interesantes puntos de reflexión acerca de la Misericordia de Cristo, el sentido del Jubileo y la vida fraternal en las hermandades. El segundo día nos acompañó el Rector del Seminario Menor, don Miguel Ángel Morell Parera, quien arengó a los Hermanos y asistentes con una sincera exhortación a la vivencia de la Misericordia en el ámbito social, especialmente con los sectores más desfavorecidos y marginados. La tercera jornada quedó colmada por la prédica del Rector del Seminario “Redemptoris Mater”, don Mariano Catarecha Mora, clarificando los modos en que puede ser reconocida y aplicada la Misericordia Divina en el proceso de conversión y vivencia personal de cada hijo de Dios.
El cuarto día de quinario se rodeó igualmente por tintes de excepcionalidad, al quedar, por vez primera, integrada en la Eucaristía la ceremonia de imposición de medallas e insignias conmemorativas de los cincuenta años de antigüedad en el escalafón, emotivos actos que, precedidos por la solemne protestación pública de Fe, fueron presididos por el Rector del Seminario Mayor, don José Antonio Vinuesa García, quien además pronunció una profunda y sentida meditación sobre el significado del silencio en la vida de Cristo, en su misión salvadora y en el discurrir cotidiano de cada hombre y mujer.
Finalmente, el Excelentísimo Señor Arzobispo, don Francisco Javier Martínez Fernández, clausuró la celebración de los días del júbilo en torno a la Misericordia en San José. De este modo, partiendo del inevitable discernimiento desde la parábola del Hijo Pródigo, proclamada en el Evangelio del Domingo Laetare, realizó una intensa digresión teológica en la que, como no podía ser de otra manera, la Misericordia infinita clavada en la Cruz fue la protagonista, al tiempo que mostró su preocupación como Pastor de la Iglesia de Granada, respecto a la descristianización de las zonas históricas de la ciudad, al tiempo que remarcó la importancia de la savia nueva y testimonio que aportan colectivos minoritarios procedentes de territorios apenas evangelizados.
A la solemnización de estas cinco jornadas contribuyó, de modo capital, la profesionalidad del organista e integrantes del coro de la Parroquia de San Ildefonso, quienes supieron dotar de sincera espiritualidad y belleza a la armonización litúrgica, proyectada desde un repertorio en el que el pueblo ha tenido un papel altamente participativo, tanto dentro de la Misa como en la adoración eucarística fuera de ella. Para facilitar este último aspecto, así como la impartición del Sacramento de la Penitencia, hemos contado en estos cinco días con la inestimable dedicación pastoral del Vicario Parroquial de Santa Ana, don Antonio Castillo Urquízar.

Vanidad de vanidades, todo es vanidad… (Ec. 1:2)

En pro del engradecimiento del desarrollo de este Quinario, durante toda la semana precedente, el equipo de priostía ha trabajado intensamente en la configuración de un monumental altar de cultos, dentro del que la imagen del Cristo de la Misericordia se ha visto circundada por interesantes elementos que pretendían devolverla en su presencia a los mismos orígenes de su devoción, en los albores del siglo XVIII.
Dispuesto el Sagrario con el Santísimo Sacramento junto con la efigie de nuestro Titular tercero, el Glorioso Patriarca San José, dentro de la Capilla del Cristo de la Misericordia, el presbiterio de la Parroquial quedó inundado por un mar de cera color tiniebla en que quedaban proyectadas las plegarias de cada uno de los Hermanos y devotos de nuestro venerado Cristo, cuya realización ha sido posible gracias a la colaboración desinteresada de las hermandades de la Concepción y del Cristo de los Favores. De esta forma, la franja inferior del altar quedaba reservada para albergar interesantes motivos de los que se yergue como el más relevante, tal y como viene siendo habitual en los últimos años, la alegoría de la Fe presidiendo la calle central a los pies del Crucificado.
Asimismo, para los espacios centrales de ambos lados, ha sido recuperado en el presente año un singular motivo que ha quedado relegado por la historia al espacio de la curiosidad en museos y gabinetes, cuando no condenado al olvido. Se trata de dos vanitas que han sido compuestas con efectos particulares facilitados por distintos Hermanos. Estos intrigantes bodegones que vivieron su periodo de apogeo y máxima popularidad en los siglos XVII y XVIII, como herencia del sentido trágico de la vida que sucedió a la Contrarreforma, se prodigan en elementos de contrastada suntuosidad y austeridad a un mismo tiempo, de modo que reflejan a la perfección el carácter efímero y fútil de los placeres mundanos y bienes materiales, frente a la certeza inevitable de la muerte y a la necesidad de una digna preparación para la Vida Eterna. Así, han figurado presentes en el altar de este año elementos como el cráneo con su evidente alusión a la muerte, la mitra y la corona de laurel junto a aquella en referencia al mismo destino al que caminan poderosos y siervos, las escribanías y libros que remarcan la relatividad de los conocimientos, las naturalezas muertas que nos recuerdan la fragilidad de la juventud y la belleza, el orbe constreñido por la corona de espinas como signo del sufrimiento inevitable en la existencia terrena, los vasos rebosando dinero y joyas a modo de figura del vacío interior que suele acompañar al afán por la ostentación externa, el mismo violín en que se plasma la fragilidad de los placeres buenos…
A la contemplación de todo ello y vivencia compartida de nuestros solemnes cultos han asistido institucionalmente las hermandades y cofradías de la Aurora, la Alhambra, el Santo Vía Crucis, los Ferroviarios, los Favores y la Esperanza, habiendo acudido esta última el pasado viernes día 4, dentro de la celebración del Vía Crucis penitencial con su Titular cristológico, el Señor del Gran Poder, el cual fue conducido en sus andas hasta el Altar Mayor de San José para presidir, frente a frente con el Cristo de la Misericordia, el rezo de dos estaciones y la consecución del Santo Jubileo.
Próximamente ofreceremos una completa galería fotográfica de las celebraciones de estos días.

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