San_Pedro._sepia     En 1501, una fábrica cristiana sustituyó a la antigua Mezquita de los Baños y fue derribada en 1559. Sobre este lugar se erigió la actual Iglesia de San Pedro y San Pablo, terminando la sacristía y campanario en 1563 y completada en 1.567 sobre un diseño de Juan de Maeda. Situada al borde mismo del río Darro, en una curva que hace a los pies de la colina de la Alhambra. La calle en la que se encuentra, la famosa Carrera del Darro, es la orilla misma del río que arrastraba oro, y que da origen al valle que separa las colinas de la Alhambra y del Albayzín, así la iglesia queda entre los dos grandes núcleos de la ciudad antigua. Se planta la iglesia firme y derecha, luchando y desviando la corriente, tozuda y resistente como San Pedro cuya imagen está en la hornacina sobre la puerta junto a la de San Pablo, segundo titular de la iglesia.
     Delante de la iglesia hay una pequeña explanada, a modo de atrio, centrada por una cruz de piedra. Está rodeada de un pretil de piedra que asoma al río. A ella se abre la portada principal, obra de Pedro de Orea con cuatro columnas corintias sobre elevados pedestales. En su arco destacan las armas del arzobispo Castro. Pedro de Orea hizo asimismo las estatuas de San Pedro y San Pablo que se ven sobre la cornisa. Los aldabones de su puerta son trabajos en hierro de Aguilar. A la izquierda de la portada y sobre el borde mismo del río Darro, se alza la torre campanario. Apenas entra el sol por lo angosto del valle, por lo que el verdín y el musgo tapiza las viejas piedras de paredes y suelo.
     A lo largo del crucero se distribuyen nueve capillas que albergan obras de muchísimo mérito del arte granadino. También el altar mayor lleno de auténticas obras de arte de la pintura y escultura. Tiene una puerta lateral de acceso que ocupa una de las capillas de la izquierda y que permite el acceso directo desde la Carrera del Darro. Son de destacar los artesonados mudéjares, obra de Juan de Vilches, estimado como uno de los mejores artífices en su género que hubo en Granada, y la bóveda del crucero, atribuída a Diego de Pesquera, estando muy decorada con racimos de mocárabes, pechinas prismáticas, paños de lacería, serafines y máscaras, toda ella muy bien trabada y pulida.
     Entre las muchas obras que conserva destacan un San Francisco de Paula, obra de Pedro de Mena, procedente del Convento de los Mínimos. También es de destacar una Santa Rita, procedente del convento de los Agustinos; una Inmaculada (de la Buena Dicha) que dice la leyenda se encontró al iniciarse los trabajos de cimentación d ela iglesia.  Junto a la puerta de acceso a la sacristía destaca un crucificado atribuido a Pablo de Rojas.
     También alberga la imagen del escultor granadino José de Mora, el mismo que realizara la imagen de nuestro Cristo, y que representa a Jesús en el momento de escuchar su sentencia condenatoria. Esta imagen se procesiona el Domingo de Ramos por la Pontificia e Ilustre Hermandad y Cofradía de Nazarenos  de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y María Santísima de las Maravillas. La imagen de la Virgen de las Maravillas, dolorosa de vestir de Pedro de Mena, también recibe culto en esta templo. Es ésta una iglesia de gran vocación cofrade, ya que también conserva y mantiene al culto, desde hace algunos años, la imagen de Nuestra Señora de Los Dolores, imagen dolorosa de Aurelio López Azaustre (1960), titular de la Real Cofradía de nuestra Señora de los Dolores, que tiene como particularidad, aparte de una singular expresión de recogimiento, el mantener las manos entrelazadas en una sola talla. También allí tiene su sede la Hermandad del Rocío de Granada.