A las 20:30h. del día de ayer resonaban en el interior de la Parroquial de San José las sublimes notas con que el compositor César Franck dotase de popular musicalidad a las dos últimas estrofas del himno tomista Sacris Solemnis. Así, bajo la aclamación del Panis Angelicus, Jesús Sacramentado era manifestado sobre el altar mayor de nuestra Sede Canónica para presidir, como Titular Primero que es de nuestra Hermandad, el Acto Litúrgico de Adoradores que, como viene siendo habitual, cada tercer jueves de mes es organizado por alguna de las hermandades de Granada, correspondiendo a la Cofradía del Silencio el turno del mes de noviembre. Un acto éste que presentó ya aires de Jubileo, por lo cual fue pronunciada una instructiva exhortación por nuestro Consiliario que nos llamaba a prepararnos dignamente para llevar a cabo lo que pretende ser una gran celebración de la Misericordia y hacia esta Misericordia Divina se dirigieron todas las miradas al entonar el soneto No me mueve mi Dios en el momento culminante.

     Por su parte, el equipo de priostía se encargó de preparar con sencillez y dignidad la capilla mayor de San José, teniendo a bien presentar un año más como significativo elemento iconográfico al Niño Jesús del escultor Felipe González (1799) dispuesto al modo de “Niño Sacramental”. Todo ello en pro del buen desarrollo de un acto que siempre goza de gran belleza, emotividad y profundidad espiritual, como no podía ser de otra manera en la cita mensual en que todos los cofrades granadinos se concitan al encuentro con el Santísimo Sacramento del Altar.